Lo primero que haremos será poner el horno a 200 grados con ventilador arriba y abajo. Mientras éste se calienta lavamos y pelamos las patatas y con una mandolina las hacemos en rodajas finas de 2 centímetros como mucho y si no con un cuchillo bien afilado.

Pelamos y cortamos la cebolla en tiras muy finas. Cogemos un recipiente apto para horno o un molde que sea bastante hondo pintamos el fondo y las paredes con unas gotas de aceite.

Empezamos haciendo capas poniendo la patata bien repartida en el fondo, y encima un puñadito de la cebolla, un poquito del bacon y un montoncito de queso rallado y salamos sin pasarnos y repetimos la operación hasta que no nos quede nada por poner y poniendo sal siempre al terminar la capa de patata para que no se quede ninguna capa sosa.

En un vaso de la batidora ponemos los tres huevos la nata el pellizco de sal, el pellizco de nuez moscada molida y un poco de pimienta negra a gusto. Todo eso lo batimos bien y regamos con esta mezcla lentamente por encima de nuestra torre de patata para que llegue bien a todas las capas.

Antes de meterla en el horno le ponemos un poquito más de queso rallado y lo tapamos con papel de aluminio. Lo horneamos así unos 35-40 minutos aproximadamente cuando pase este tiempo le quitamos el papel de aluminio y lo dejamos unos 15 o 20 minutos más a 180.

Cuando nos queden 5 minutos lo pinchamos con un cuchillo y vemos si nos sale seco y de ser así que es como debería salir, ponemos el grill hasta ver la superficie bien dorada.