Coulis de fresas: Hacer un jarabe con el azúcar y el agua y dejar cocer unos 2-3 minutos. En una batidora poner parte de las fresas, el zumo de limón y el jarabe. Triturar hasta que quede fino y colar. Agregar el resto de fresas frescas cortadas en trocitos. Excepto 4 fresas para la decoración. Reservar en la nevera.

Crumble: Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla fundida y la sal. Mezclar y extender en papel de cocina, para que solidifique. Dejar enfriar.

Crema de queso: Hidratar la gelatina en agua fría. Batir el queso de untar, la ralladura de limón y el azúcar. Calentar el zumo y deshacer la gelatina, esperar a que enfríe un poco y añadimos a la crema. Montamos la nata y agregamos la crema suavemente con movimientos envolventes. Lo ponemos en una manga pastelera y dejar toda la noche en la nevera.

Montaje: En una copa poner un poco de crumble, unas cucharadas de coulis de fresas y una roseta de crema de queso por encima. Decorar con una fresa cortada por la mitad.