En una ollita ponemos las manzanas cortadas con el azúcar, la canela y la manteca. Llevamos a fuego bajo revolviendo de tanto en tanto hasta que estén ligeramente tiernas. Para este punto se habrá consumido todo el líquido, entonces añadimos el agua, no más de 2 cdas y luego la maizena.

Para la masa colocamos en un bowl harina, azúcar y manteca. Formamos un arenado usando la punta de los dedos. Hacemos un hueco en el centro y ponemos el huevo y la esencia de vainilla. Con ayuda de una cuchara vamos integrando desde el centro hacia los bordes, terminamos de formar la masa con las manos pero sin amasar. Dejamos descansar tapada por 30 minutos en la heladera.

Mientras formamos el crumble: en un bowl colocamos la harina, el azúcar y la manteca en trocitos, esta debe estar tan fría como sea posible. Rápidamente formamos un arenado grueso intentando que la manteca no se ablande, para esto debemos ser rápidos en la manipulación. Reservamos.

Con la masa fría vamos a estirarla de 5mm de espesor aproximadamente, y vamos a fonzar un molde para tarta rizado de 24cm de diámetro, previamente enmantecado y enharinado. Se puede colocar papel manteca en la base también para asegurar un buen desmoldado.
Marcamos bien los bordes y recortamos el excedente de masa. No hay que pincharla.
Volcamos arriba de ésta el relleno ya frío. Por arriba distribuímos la mezcla para el crumble, de manera uniforme y sin presionar, sino más bien como una lluvia.

Vamos a hornear a 180°C (horno previamente precalentado) por un total de 50 minutos. ⚠️ Pero hay que prestar atención al color que va tomando la tarta: a los 35 minutos los bordes estarán dorados (lo que indica que la base probablemente también) pero el crumble todavía estará crudo,

Como precaución adicional coloco en el estante de abajo del horno una asadera vacía para que disipe el calor en la base de la tarta, pero eso depende mucho del horno de cada uno.

Seguimos cocinando hasta que el crumble se vea dorado y crocante al tacto. Si el molde utilizado no es desmontable aconsejo dejar que se entibie la tarta antes de darla vuelta.

Servir tibia, acompaña muy bien en contraste con crema batida o con helado de crema americana.