Para empezar apartamos el agar-agar y 1 dedo de bebida vegetal en un vaso. Colocamos el resto de ingredientes en una olla a fuego medio, con el chocolate partido en trozos para que se disuelva antes. No hace falta que sean muy pequeños pero si lo troceáis más costará menos de mezclar.

Vamos removiendo de tanto en tanto para que el chocolate se funda y que todo vaya quedando bien mezclado.

Cuando veamos que el chocolate está prácticamente disuelto lo dejamos calentar unos minutos y mientras preparamos si no lo hemos hecho antes el agar-agar (o gelatina vegetal).

Para preparar el agar-agar basta con disolverlo en un poco de bebica vegetal que hayamos reservado.

Una vez bien disuelto el agar-agar se vierte en la olla, mezclando bien con las varillas. Con esto solo faltaría que lo dejemos hervir durante un par de minutos.

Si la olla os queda justa tened cuidado de que no se os derrame por tener muy fuerte el fuego. Se puede evitar simplemente usando una olla un poco más alta, que deje un par de dedos de margen. O bajando el fuego. Una vez listo, retiramos del fuego y dejamos un poco a temperatura ambiente para no quemarnos al verterlo en las flaneras.

Mientras podemos ir preparando el caramelo. Usando un cazo de fondo grueso, calentamos el azúcar con el agua. Se puede ir echando el agua progresivamente también, aunque ojo que puede salpicar.

Debemos ir removiendo para que poco a poco se disuelva el azúcar en el agua. Cuando empiece a burbujear irá virando el color de blanco a caramelo.

Si decidís echar el agua poco a poco. Cuando el azúcar empiece a tener un color dorado, añadimos a cucharadas el agua caliente, removiendo cada vez que echemos un poco de agua. Mucho cuidado que salpica!

Finalmente notaréis que el caramelo se va oscureciendo y tomando textura. Ojo porque es posible que se os queme, de modo que al ver que se vuelve menos translúcido apagad el fuego.

Con ayuda de una cuchara pequeña vamos echando el caramelo en las flaneras. Si os fiáis de vuestro pulso se puede ir echándolo directamente de la olla, pero limpiarlo luego es algo engorroso si os salís.

Cuando estén todos cogemos la mezcla de flan de chocolate que teníamos reservada y la vertemos encima del caramelo que hemos repartido en las flaneras. Esperamos a que se enfríen un poco antes de meterlas en la nevera, y una vez refrigeredas dejamos que cuaje un par de horas. Yo las hice por la tarde para el día siguiente.

Y solo queda averiguar para qué queríamos el limón. Resulta que el limón es ideal para limpiar los restos de caramelo. Cualquier cosa que se os manchara haciendo el caramelo o al verterlo en las flaneras lo podéis limpiar con limón, un trapo mojado y en casos desesperados un estropajo. Yo suelo llenar la olla del caramelo con agua, limón y meto dentro las cucharas o utensilios que haya manchado a remojo.

Una vez cuajados solo queda desmoldar con cuidado y disfrutar!