He empleado todos los colores posibles para hacer el plato más nutritivo. Pero claramente no es necesario comprar todos los pimientos. Mamá cocinaba con lo que conseguía ese día en el verdulero. Picar todo en cubitos y la cebolla bien chiquito.

Pincelar una sartén alta con el aceite (o rociar con spray) y dorar los ajos enteros (o picados, si se prefiere). Cortar la pechuga en 4 o 6 trozos (dependerá del tamaño) y dorarlos de todos lados. No dar vuelta a la fuerza los trozos. Se hará fácilmente cuando esté dorado.

Cuando el pollo esté sellado, añadir la cebolla para despegar todo lo que pudiese haber quedado en el fondo.

Añadir los pimientos y la zanahoria, agregar el vino y un poco de agua caliente, lo suficiente como para que haya un dedo de líquido, aproximadamente. Salpimentar a gusto y cocinar durante 10', a fuego vivo, descubierto y revolviendo de vez en cuando.

Pelar y cubetear la papa. Agregarla a los 10', verter también el tomate y la pizca de azúcar. Revolver y cocinar tapado, bajando el fuego a medio, en cuanto comience a bullir.

Agregar las arvejas y controlar la sazón. Cocinar 10' más. Al servir, disponer un trozo de pollo y, por separado, el mix de hortalizas con algo de jugo. Sobrará jugo, el cual servirá para hacer una cazuela de arroz para la noche.