En primer lugar, cogemos una cazuela grande y profunda y la llenamos de agua junto a un buen chorro de vinagre y la ponemos a hervir.

Mientras rompe a hervir, preparamos los demás ingredientes. Cogemos los panecillos y partimos por la mitad para hacerlos dos partes y los tostamos, ya sea grill, tostador, sartén, lo que nos resulte más cómodo.

Una vez dorados, ponemos encima tanto salmón como nos guste, esto siempre os diré, que al gusto de cada uno. Y dejaremos preparados en nuestro plato, esperando sus huevos y la salsa holandesa.

Cuando el agua rompa a hervir, movemos el agua y con un cazo, nos ayudamos dándole vueltas al agua para crear ficción y así cuando echemos los huevos se quedarán en su forma y no todo desparramado. Con cuidado y muy cerca del agua, vertemos el huevo, y dejamos que se cocine solo, unos 3 min. Si lo dejamos más, la yema se nos cuajará.

Con la ayuda de una rasera, cogeremos los huevos(de uno en uno, se rompen muy fácil)❗️, y escurrimos el agua sobrante, y posaremos sobre nuestro salmón. Salpimentamos los huevos, y a continuación calentaremos nuestra salsa holandesa, con un toque de micro, así cuando lo sirvamos no pasa nada si el resto está frío, ya que nuestra salsa, le dará ese toque caliente al rociarlos.

Para decorar, podemos ponerle un poco de perejil, cilantro, cebollino... que le da un toque fresco. Y listo ! Preparados para sorprender o sorprendernos. Que aproveche ! ☺️☺️