Pelamos y lavamos bien las zanahorias y remolachas, las licuamos o mixeamos por separado, con la mitad del aceite, jugo y ralladura de naranja, para la zanahoria y la otra mitad para la remolacha, hasta obtener dos purés, reservamos las dos preparaciones por separado.

Separamos claras de yemas y batimos a nieve las claras, dividimos en 2 partes iguales y reservamos.
Batimos las yemas con el azúcar hasta blanquear, dividimos en 2 partes iguales y reservamos.
Cernimos la harina junto con el bicarbonato, polvo de hornear, sal y especias, dividimos en 2 partes iguales y reservamos.

Ahora mezclamos el puré de zanahorias con una de las mitades del batido de yemas y una de las mitades de la harina cernida, suavemente. Agregamos una de las mitades de las claras muy suavemente para que no bajen y reservamos.
Hacemos lo mismo con el puré de remolachas.
Así obtenemos 2 mezclas iguales, una con las zanahorias y otra con las remolachas.

Volcamos de a cucharadas alternando las 2 preparaciones, una sobre la otra, formando así el marmoleado con los 2 colores, en un molde muy bien enmantecado y enharinado, ya que tiende a pegarse, si el molde fuera liso conviene forrarlo con papel para horno, es lo mejor.

Llevamos al horno, precalentado a 180ºC por unos 45 a 55 minutos o hasta que al pinchar con un palito este salga limpio.

Dejar enfriar en el molde boca abajo sobre una rejilla. Luego desmoldar.
Servir espolvoreado con azúcar impalpable.
Bon appétit!!!