Pela las mandarinas, reservando la piel de media de ellas, quítale los huesos y las hebras blancas y ponla a gajos en el vaso de tu robot de cocina.

Echa el azúcar y la piel reservada y tritura 7 segundos a velocidad 7. Si no tienes robot de cocina, puedes triturarla un poco con la batidora.

Baja la mezcla con la espátula, añade el zumo de limón y programa 25 minutos/varoma/velocidad 2. Sin robot de cocina, habría que ponerla en un cazo o cazuela pequeña e ir removiendo. Es más pesado, pero se puede hacer.

Comprueba la textura y, si la quieres más fina, tritura entre 20-30 segundos a velocidad 6. Sin robot puedes triturar con la batidora.

Saca inmediatamente y ponla en tarros de cristal (yo siempre guardo algunos de conservas para poder luego utilizarlos en cosas así).

Deja enfriar con el tarro destapado y después conserva en el frigorífico. Aguanta meses. Empléala en tus tostadas de desayuno, ya sea con pan normal o de molde, acompañando a patés o como más te guste.

Nota: puedes hacer la misma receta con naranjas. En este caso, como la piel de naranja pesa mucho más, necesitarás más o menos 1 kg, ya que peladas se quedará en poco más de 600 gr.