En un cuenco mezclamos la nata con el limón y dejamos que repose 10 minutos, veréis como la mezcla espesa y aparecen grumitos. No os preocupéis es la textura propia de la buttermilk.

Cuando hayan pasado los 10 minutos, agregamos la mahonesa y removemos con ayuda de una cuchara. Si queréis que vuestra ranchera sea más ligera, podéis agregar unos 20 ml de leche.

Pasamos la mezcla al vaso de nuestra batidora, echamos los ingredientes secos y trituramos con la batidora. Servimos la #SalsaRanchera y guardamos el resto en la nevera. Podéis darle un toque sencillo y divertido, agregando perejil o cebollino picado a la salsa.

En menos de 15 minutos, tienes esta deliciosa salsa con la que acompañar el pollo frito, unas patatas fritas o incluso, una ensalada. ¡Espero que la disfrutéis!