En un bowl tamizar los ingredientes secos: harina, polvo de hornear, sal, bicarbonato, maicena.

En otro bowl batir el azúcar con los huevos, hasta que quede espumoso, incorporar el aceite, miel y el queso crema, la ralladura y comenzar a incorporar los secos tamizados, y el jugo de mandarina, si hiciera falta líquido agregar un chorrito de agua o de jugo, siempre trabajando con un batidor de mano o espátula con movimientos envolventes para airear y homogenizar la preparación. Yo le agregué unas gotitas de jugo de limón. Debería quedar de consistencia de bizcochuelo.

En horno precalentado, utilicé un molde rectangular de 34x22 con apenas rocío vegetal y volqué la preparación, llevándola a horno suave unos 25 minutos aproximadamente, según cada horno.

Dejar enfriar sobre rejilla y mientras preparé el glasé que es a ojo, en un bowl colocar el azúcar impalpable e ir agregando jugo de limón, revolviendo bien hasta lograr una consistencia sostenida, ya que si le agregamos jugo de más va a quedar muy liviano y no es la idea. Una vez frío el bizcocho volcar el glasé y con una espátula repartir prolijamente. Llevar a heladera y luego cortar. Espectacular!!!!