(K) —Diario de mi Yorky—

Ya es primavera y sí, estoy toda alterada, y por fortuna ya casi en mayo y, yo sigo con mi súpermelena, si logro no ir a la peluquería hasta junio, puede que el pelo me llegue al suelo. Qué emoción.
A finales de marzo, mi mamá estuvo a punto de cortármela. Pero llegó Semana Santa, y con tanto vaivén, lo fue dejando, lo fue dejando…. Y ahora me encanta mirarme al espejo. ¡Vale! Lo reconozco es el primer año que consigo que crezca tanto, y es por la nueva dieta que tanta hambre (de cosas distintas a las que puedo tomar) me hace pasar. Pero guapa estoy, pa ‘ matar.
Además mi bebé crece estupendamente, ya ha superado los 2,5 kg —que orgullosa me siento—y, hasta se ha vuelto simpático. Por lo que he oído, él va a ir antes a la peluquería que yo.. jijiji…
Sé que terminarán llevándome y que después disfrutaré con el pelo corto, como año tras año me pasa, pero ahora estoy tan guapa así, me quedan tan bien los moños, coletas, palmeritas y las trenzas que me hacen, que me encantan. La pena es que ya no luzco los collares, y claro, me los han quitado para que no se enrede el pelo. Lo de cepillarme no me gusta tanto… pero la manicura es peor, en cuanto veo que se acercan a mí con esas tijeras, sale mi vena Drama Queen. Pero hace poco que me cortaron las uñas y, ahora como paso tanto tiempo en el jardín, creo que estaré una temporada larga sin que me acerquen esa máquina de tortura.

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#fresasentucocina