Pelar las mandarinas, y los gajos cortarlos por la mitad.

En un plato se van poniendo un gajo y otro que lo pise un poquito, así en redondo se va formando la flor.

A un calabacín cortar a lo largo una tira de piel y está a la vez cortarla en trozos según las hojas que le pongáis, y a cada trozo de les da unos cortes sin llegar al final para que queden como en la foto.

Se hace un almíbar y se le echa unas gotitas de anís (opcional). Se rocía por encima, un postre muy rico con una presentación diferente.