Dejar las judías blancas en agua desde el día anterior o 2 horas antes de cocinarlas mínimo.

Cuando vayamos a cocinar, calentar agua en un cazo. Mientras, pelar la zanahoria, la cebolla y los dientes de ajo. En una olla con las dos cucharadas de grasa de pato, freír la cebolla en trocitos pequeños a fuego lento. Cuando comience a dorarse, echar los 5 dientes de ajo y las judías blancas escurridas.

Remover el conjunto y echar el agua caliente que está en el cazo, sin cubrir demasiado las judías, justo a ras. Cuando el conjunto comience a hervir, echar la zanahoria troceada, la pastilla de caldo, una ramita de tomillo, clavo y la hoja de laurel.

Mientras, tener preparada la ensalada, disponerla en un cuenco y aderezarla con sal, aceite y el vinagre balsámico. En un mortero machacar bastantes avellanas, a gusto de cada uno, dejando algunas enteras para la decoración. En una sartén vacía, dorarlas un poquito y reservar.

Colocar porciones de este puré en un molde para darle forma y disponer una porción a cada comensal en el centro de los platos. Se pueden colocar dos discos, uno encima del otro, para los más glotones😉.