Comenzaremos haciendo la masa de pizza, en un bol echamos la harina, hacemos un hueco en el centro, e introducimos la levadura previamente disuelta en agua templada.

Mientras vamos amasando con las manos, iremos añadiendo el agua poco a poco, hasta la mitad de esta, cuando la masa comience a tener algo de consistencia, incorporaremos, el aceite, la sal, y el resto de agua.

Cuando la masa haya conseguido suficiente consistencia, la pondremos en la encimera espolvoreada de harina, y comenzaremos a trabajar con ella, las estiraremos, y recogeremos en el proceso de amasado.

Estaremos amasándola durante unos 10 minutos, hasta que veamos que nos queda elástica, homogénea, y al tacto lisa.

De nuevo, la metemos en el bol y la cubrimos con un paño húmedo, dejaremos que fermente durante una hora. Pasado este tiempo, podemos preparar nuestra pizza.

Empezaremos precalentado el horno a 250º calor arriba y abajo.

Sacamos la masa del bol y la estiramos con los dedos (nunca con el rodillo) dándola la forma, y grosor deseado.

A continuación, echamos salsa de tomate en el centro, y la extendemos por la masa con la ayuda de una cuchara, haciendo movimientos en espiral.

Espolvoreamos el orégano y el ajo por la masa, seguidamente añadimos el bacon, y el jamón york, previamente cortado en trozos medianos, e incorporamos el champiñón laminado.

Y terminamos la preparación de la pizza añadiendo la mozzarella.

Metemos la pizza al horno a 250º durante unos 12 minutos, comprobaremos que esta echa viendo si por la parte de abajo la masa está dorada.

Ya sólo queda cortarla, sacar nuestras bebidas preferidas, y disfrutar de una buena pizza en compañía, ¡¡Que aproveche!!