Picar 100 gr de copos de avena a cuchillo.

Poner la avena picada a remojo en 200 ml de whisky y dejar reposar, con media hora basta pero si se tiene tiempo es mejor dejar toda la noche.

Lavar las frambuesas, escurrirlas bien y secarlas con cuidado sobre papel absorbente.

Poner en una sartén los 50 ml de whisky restantes con 50 gr de azúcar y hacer un caramelo.

Escurrir bien la avena que está a remojo (guardando el líquido) y añadirla al caramelo. Remover hasta que se dore, retirar del fuego y extender sobre una fuente para que se enfríe.

Mezclar el queso quark con la nata, si se usa quark de vainilla ya está endulzado por lo que no hace falta poner azúcar, si se usa quark natural o únicamente nata batida, hará falta añadir azúcar al gusto.

Agregar a la mezcla anterior dos o tres cucharadas del whisky donde habíamos dejado la avena a remojo y remover.

Justo en el momento de servir, tostar los 20 gr de avena restantes en una sartén y montar el postre por capas en vasos de whisky, poner un poco de avena caramelizada en el fondo, añadir unas frambuesas, un poco de crema, más avena, más frambuesas... y así hasta llenar los vasos, terminar poniendo los copos de avena tostados por encima.