Preparamos todos los ingredientes y lo pesamos bien. Precalentamos el horno a 180ºC.

Ponemos en un bol el azúcar junto a los 3 huevos. Mezclamos con un batidor de varillas hasta que se mezcle bien. Añadimos el aceite y la buttermilk, mezclamos hasta ver todo integrado.

A continuación, añadimos la harina, bicarbonato, el polvo de hornear tamizados, y la sal. Mezclamos con movimientos envolventes hasta obtener una mezcla homogénea.

Ahora es el momento de dividir la masa en dos. Debemos pesar toda la masa, a mi me pesaba 1 kg y 58 gr, por lo que cada parte serian una 542´5 gr.

Una vez dividida la masa, añadimos la vainilla en una de las mitades, y el agua de azahar, zumo y ralladura de media naranja en la otra mitad.

Cogemos las frambuesas, que pueden ser naturales o congeladas y la mezclamos con una cucharada de harina, esto lo que hará es que las frambuesas no vayan al fondo del molde.

Engrasamos los moldes bien con Spray desmoldante, o con mantequilla y harina. Repartimos las masas en sus moldes. Ahora cogemos las frambuesas y ponemos 6 en cada molde de la mezcla de vainilla, introduciéndolas bien en la masa.

Llevamos al horno y horneamos 40 minutos exactamente. Es importante no abrir el horno hasta no haber pasado los primeros 20 minutos del horneado, de lo contrario los bizcochos se pueden hundir. Sacamos del horno y dejamos enfriar dentro del molde sobre una rejilla unos 15-20 minutos. Desmoldar y dejar enfriar por completo.

Mientras se hornean los bizcochos, podemos ir haciendo la crema de queso, o si lo preferís podéis hacerla una vez hayan enfriado.

Para la crema de queso, solo tenemos que poner los ingredientes en un bol y mezclar con unas varillas hasta que todo esté bien integrado. Ponemos un poco encima de los bizcochos (Esta cantidad dará solo para 2 bizcochos, así que decoraremos uno de cada sabor). Finalizamos con frambuesas, rodajas de naranja y semillas de amapola.