Corta la calabaza en dados y cuécela o hazla al vapor durante unos 25 minutos (si la haces al vapor te evitas luego de tener que ponerla a escurrir). Tritúrala y deja que se enfríe.

Bate los huevos con el azúcar hasta que doble su tamaño.

Añade el azúcar vainillado y bate con cuidado mientras incorporas el aceite poco a poco.

Incorpora la calabaza ya fría.

Tamiza la harina con la levadura y el bicarbonato y añádela mezclándola con una espátula o cuchara de madera.

Rellena los moldes de magdalenas hasta la mitad y échales un poco de azúcar por encima a cada uno.

Hornea en horno precalentado a 180° durante unos 15 minutos (este tiempo depende de tu horno. Vigílalo).

Déjalas enfriar sobre una rejilla y, después, guárdalas en una bolsa de plástico, en una caja metálica o algún recipiente donde se conserven bien (aunque seguro que no durarán muchos días 😉).