Ponemos la leche a infusionar con una rama de canela, 5 cucharadas de azúcar y una tira de la piel de un limón. Reservamos un vasito de la leche y la mezclamos con la maicena.

Cuando empiece a hervir la leche añadimos el vaso con la maicena y no dejamos de remover. Pasado un minuto retiramos del fuego y seguimos removiendo un ratito. No le añadimos huevo porque nos interesa que queden ligeritas.

Una vez listas las vamos sacando a un papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Antes de que se enfríen, rebozar en azúcar y canela.

A nosotros nos encantan al día siguiente, cuando ya han soltado el juguito 😍