Incorporar la harina, el huevo, 1cda de mantequilla derretida, y la leche en un bowl y mezclar perfectamente hasta que la mezcla quede sin grumos.

Otro paso crucial es usar un buen sartén, grande, y que sea de un material que no se le peguen las cosas, en pocas palabras un sartén en condiciones es muy importante. Vamos aponer un poquito de mantequilla a que se derrita dentro del sartén y prácticamente se debe dejar una capa imperceptible a la vista, esto lo lograremos quitando el exceso con una servilleta.

Este siguiente paso se debe hacer en cuestión de segundos pero yo se los explico poco a poco: procederemos a utilizar un cucharón para coger un poco de la mezcla y la verteremos desde arriba y en el centro, sin moverlo del centro hasta que adquiera la mitad del tamaño del que queremos que sea el hot cake (foto 1), después ponemos la base del cucharón en el centro del hot cake y hacemos un giro en círculos (foto 2) hasta que el hot cake adquiera el doble del tamaño de la "foto 1"

Al hacer el paso previo correctamente quedará el hot cake perfectamente bien hecho y para cerciorarnos que tanto la mezcla, como el grosor del hot cake está bien hecho, tienen que comenzar a salirle "hoyitos" al hot cake UNIFORMEMENTE. Al aparecer estos nos indica que ya podemos darle la vuelta.

Le damos la vuelta y ya tenemos un hot cake perfectamente redondito y esponjocito. A partir de aquí regresamos al paso 3, volvemos a enmantequillar el sartén con la servilleta con la que previamente quitamos el exceso. Y estamos listos para verter el siguiente hot cake.