Echamos a la sartén un poco de aceite y doramos la cebolla a fuego medio. No echar mucho aceite porque la morcilla tiene ya bastante grasa.

Tenemos que dorar la cebolla para conseguir ese saborcito dulce que le sale.

Cuando esté la cebolla lista, pelamos la morcilla, la echamos en la sartén y con nuestra espátula la troceamos hasta desmenuzarla y mezclarla bien con la cebolla.

Cocinamos a fuego lento hasta que la morcilla esté hecha.

Añadimos los huevos, sal y pimienta al gusto y cocinamos a fuego medio hasta que todo el huevo esté cuajado.
** Depende del gusto, puedes dejar el revuelto más seco o más jugoso, ya depende del cocinero ;-)