Lo primero que vamos a hacer es poner la nata en un bol amplio, luego agregaremos el dulce de leche poco a poco sin dejar de remover, hasta que la mezcla esté homogénea. Si tu dulce de leche es más espeso para que se deshaga mejor te aconsejo que calientes la nata, pongas el dulce de leche y remuevas hasta que se integre, también realices el paso 2, y dejes enfriar la mezcla, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera. Y ya podrás seguir con el helado en el paso 3.

Colocaremos nuestra mezcla en la heladera, mi heladera es la del Lidl, yo me ayudo de un cazo y un embudo para no pringar todo, pero si tienes buen pulso solo tienes que poner toda la mezcla en la heladera una vez que está enchufada y en funcionamiento. Recuerda que la cubeta de la heladera tiene que estar 24 horas mínimo en el congelador. Dejaremos mantecando de 30 a 40 minutos, sabremos que está listo porque cambia la textura y además crece la mezcla.

Sacamos nuestro helado a un recipiente apto para el congelador, yo he colocado dulce de leche entre mis capas de helado para darle un toque más bonito y sabroso. Pero es totalmente opcional, al igual que guarde un poco de mi dulce de leche para poner por encima en el helado a la hora de servir.

Ahora dejaremos en el congelador un mínimo de 4 horas y ya podremos disfrutar de nuestro helado. Nosotros a las 3 horas ya estábamos un poco impaciente por probarlo, y el helado estaba muy bueno pero las bolas salieron un poco chuchurrias porque estaba aún blando.

SIN HELADERA:
Tendrás que hacer lo mismo hasta el paso 3, en este paso meterás directamente tu mezcla en un recipiente amplio que sirva para el congelador, a las dos horas lo tendrás que sacar y remover enérgicamente, luego a la hora realizarás la misma operación, lo sacas y remueves. Y esto mismo lo tendrás que hacer cada hora durante 3 o 4 horas más. Notarás como cada vez te va costando más remover tu helado. Luego ya estará listo para servir.