Lo primero será pelar las papas y cortarlas en rodajas delgadas. Ojo que una vez en rebanadas NO se deben lavar (hacerlo antes o después de pelar). Esto ya que el almidón que suelta la papa es un espesante natural (es más el chuño se hace de almidón de papa). Reservamos

Picamos la cebolla en cubitos y rallamos el ajo. Lo ponemos a cocinar en una olla y cuando ya esté más transparente vaciamos la crema de leche, la cuchara de queso philadelphia y los aliños. Revolvemos y con un dedito probamos la sazón y si es necesario poner más sal o condimentar.

El próximo paso será vaciar las papas a la mezcla anterior. Ponemos un poquito de queso rallado, láminas de queso partida y/o granulado y revolvemos todo con cuidado (que todas las papas agarren algo de crema, si siente que falta un poco puedes poner un cachito de leche). Y dejamos al fuego medio la olla tapada por unos 7 min. Revolver de vez en cuando para evitar que se pegue y para que sancochen parejo (dentro de lo que se puede)

Una vez listo el paso anterior, vaciar en una budinera, poner láminas de queso arriba, queso granulado o rallado (el que tengas) y llevamos al horno precalentado por 20 min aprox. En el horno eléctrico dejo, 10 min solo por abajo y los otros 10 min por ambos lados. En horno convencional, 10 min por abajo y 10 con calor envolvente.

Pasado el tiempo, dejamos reposar unos 5 min y ya podemos servir!

Nota: dentro de las 3 preparación que conozco de papas al gratín (con papas ya cocida y la otra con papas crudas directamente) esta me gusta más ya que siento que reduzco la posibilidad de que la papa quede cruda al sancochar antes. Además en este paso la papa agarra más sabor de los ingredientes y reduce tiempo en horno, comparándola con poner la papa cruda directamente

Si bien, todas las recetas quedan ricas y tienen su pro y contras, esta forma de cocinarla en lo personal es la que más me gusta y disfruto hacer