Lo primero que haremos será limpiar nuestras setas, cortamos los tallos y las limpiamos con un papel de cocina humedecido para quitar posibles restos de tierra. Cortaremos las que resulten más grandes, dejando enteras las más pequeñas.

En una sartén echamos un chorro de aceite de oliva (unos 60 mililitros) e introducimos las setas para irlas cocinando a fuego lento, cuando estén tiernas las colocamos en un recipiente y las reservamos.

En la misma sartén de las setas ponemos a sofreír los ajos cortados en láminas, cuando comience a dorarse echamos el resto de nuestras verduras previamente cortadas en pluma, las salpimentamos y las salteamos, es importante que no lleguen a pocharse del todo, solo las dejaremos levemente tiernas.

A continuación, incorporamos las gambas y seguimos salteando, echamos un chorrito de vino blanco, dejando un par de minutos para que se evapore el alcohol, añadimos las gulas y las setas, y saltemos bien para integrar todos los ingredientes, rectificamos de sal y nuestras setas están listas.

Emplatamos, y espolvoreamos perejil fresco picado. ¡¡Que aproveche!!

Aunque esta receta se refiere a un solo tipo de seta en concreto, nosotros hemos realizado esta misma receta con setas variadas.