En primer lugar, asaremos la calabaza con anterioridad (yo la preparé la tarde de antes). Metemos la mitad de la calabaza al horno durante 2 horas a 180°. Al día siguiente, despegamos la pulpa de la piel y la metemos en el vaso de la batidora, añadimos los 350 ml de leche y batimos durante 5 minutos. Debe quedar todo del mismo color y una mezcla homogénea.

Añadimos la esencia de vainilla, el jengibre en polvo, el azúcar y los 200 ml de nata, batimos una vez más a velocidad máxima durante 5 minutos.

Elegimos un cazo mediano y volcamos la mezcla pasándola por un colador, con la ayuda de una espátula de silicona vamos moviendo la mezcla para que vaya cayendo, esto hará que cualquier trozo que no se haya triturado quede en el colador y le dé a la panna cotta una textura mucho más suave

Colocamos el cazo en el fuego, cocinamos a fuego suave y cuando rompa a hervir añadimos primero 2 gr de agar agar y movemos sin parar, pasados 2-3 minutos añadimos los otros 2 gr de agar agar y seguimos moviendo sin parar hasta que llevemos 5-6 minutos. Cuándo suene el temporizador, apagamos el fuego, retiramos el cazo y seguimos moviendo unos minutos. Volcamos la mezcla en los vasos o moldes que vayamos a utilizar con la ayuda de un embudo.

Cuando ya los tenemos rellenos dejamos atemperar durante 1-2 horas y después metemos en la nevera 5-6 horas (este paso lo hice por la mañana y por la tarde lo acabé con el crujiente)

PARA PREPARAR EL CRUJIENTE DE AVENA Y GALLETAS INTEGRALES: ponemos una sartén pequeña a fuego muy suave, añadimos la harina y dejamos que vaya derritiendo poco a poco, mientras, cogemos las galletas, la avena y el azúcar y las metemos en una bolsa de congelación y con un rodillo vamos dando pasadas hasta que quede todo bien triturado e integrado. Podemos utilizar el mortero pero pueden acabar más trozos de galleta en el suelo que en la bolsa 🤭.

Una vez tenemos todo bien machacado (no es recomendable meterlo en la batidora pues tanto las galletas como la avena se harán polvo y lo que queremos conseguir es un crujiente), lo añadimos a la sartén y vamos moviendo y mezclando bien con una paleta, cuando se haya integrado del todo la mantequilla con los ingredientes sólidos, añadimos las cucharadas de leche correspondientes y seguimos moviendo (quedará algo muy parecido a las migas).

Vamos dando pequeños y suaves golpecitos con la espátula para romper los trozos más grandes. Es importante no dejar de mover y romper pues se puede quedar un buen "mazacote". Cuando ya tenemos el crujiente preparado, lo dejamos reposar unos minutos, si lo colocamos sobre la panna cotta nada más hacerlo se no puede hundir por el cambio brusco de temperatura. Pasados unos 20 minutos, sacamos los vasitos de la nevera y rellenamos la superficie de los vasos.

Para finalizar podemos espolvorear un poco de canela en polvo por encima y listo!!!! A disfrutar de este rico y suave postre!!! 🥄🍮😋