Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite. Cortamos la cebolla a la mitad, reservamos una 1/2 y la otra la cortamos en cachitos pequeños. Añadimos a la sartén y bajamos el fuego, no queremos que se queme la cebolla mientras pelamos la patata.

Sacamos a un escurridor con un plato debajo para que el aceite vaya cayendo al plato. Dejamos escurrir unos 15 minutos (removemos un poco con cuidado para ayudar a que la patata suelte el exceso de aceite). La cuestión de dejar escurrir es por dos motivos, uno de ellos obviamente es quitar el exceso de aceite, y el otro es dejar templar la patata para que al añadir al huevo ese no se cuaje antes de tiempo.

Batimos los huevos, esta vez sin añadir más sal que con el queso y el jamón curado no es necesario. Añadimos la patata, bien escurrida de aceite (si es necesario le damos unas vueltas más antes de añadir al huevo). Mezclamos bien y dejamos reposar tapado con un trapo limpio o un plato, con el fin de que la patata se quede bien impregnada en huevo, así conseguiremos una tortilla mucho más jugosa.

Hacemos la tortilla para ello con el fuego fuerte, ponemos la mitad de la tortilla, añadimos el atún bien escurrido, ponemos la otra mitad de la masa por encima, extendemos bien. En cuanto terminemos le damos la vuelta que ya se habrá hecho la costra. Hacemos por el otro lado. Primero a fuego fuerte para hacer la costra y luego bajamos el fuego para hacer un poco más dentro, en función de si nos gusta más o menos cuaja dejamos más tiempo.

Sacamos a un plato. ¡Buen provecho!!!!!