Lo primero que haremos será asar o cocer la calabaza (bien al horno o hervida en agua). Cuando esté lista, la aplastaremos con un tenedor para hacer un puré o la meteremos en el vaso de la batidora.

Mezclaremos la mantequilla con el azúcar en un bol hasta obtener una textura cremosa. Añadimos el huevo y batimos, seguidamente, añadimos el puré de calabaza y batimos una vez más.

Mezclamos hasta que se integren todos los ingredientes y a continuación, añadiremos la harina. Ésta debe haber sido tamizada previamente. Seguimos batiendo y agregamos, las chipas de chocolate blanco y las avellanas machacadas (he metido las chispas y las avellanas en una bolsa, he envuelto la bolsa con un trapo de cocina y las he aplastado con la maja del mortero).

Cuando todos los ingredientes estén integrados, amasaremos la masa con las manos formando una bola grande y dejaremos reposar 30 minutos en la nevera. Luego, haremos pequeñas bolas con la masa (he utilizado una cuchara de helado) y las colocaremos en la bandeja del horno preparada con papel vegetal. Una vez acabemos con la masa y tengamos toda la bandeja llena de "bolas", las aplastaremos suavemente con un tenedor en sentido horizontal y en sentido vertical.

Precalentamos el horno a 180 ºC. Una vez caliente, metemos la bandeja en el horno y los hornearemos durante 20 minutos o hasta que veamos que están doradas (No las dejaremos más de 30 minutos pues quedarían muy secas, tienen que quedar tipo bollito/blandito). Los retiramos del horno, dejamos que se enfríen y ¡¡¡listo!!! #BuenProvecho 😋

En el vídeo podéis ver cómo quedan de esponjositos!!! 😊😊😊