Con ayuda de la picadora eléctrica trituramos las galletas (con el relleno incluido), hasta obtener una especie de harina. Si no tenéis picadora, simplemente meted las galletas en una bolsa con cierre hermético y machacarlas con un rodillo de cocina. Reservamos.

En un bol amplio echamos los huevos y el azúcar y con ayuda de unas varillas eléctricas mezclamos bien hasta obtener una crema un poquito espumosa, unos 5 minutos. Agregamos la leche y volvemos a mezclar. Incorporamos el aceite de girasol y mezclamos bien.

Agregamos la levadura en polvo y mezclamos. Añadimos las galletas trituradas, mezclamos primero con una espátula y posteriormente con las varillas asegurándonos que no nos quedan grumos. Vertemos nuestra mezcla en el molde que habíamos engrasado.

Llevamos al horno y dejamos que se haga entre 35 y 40 minutos, hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio. Una vez que nuestro bizcocho está hecho, sacamos del horno y dejamos enfriar antes de desmoldar.

Ponemos a calentar un cazo con la nata y cuando adquiera temperatura agregamos el chocolate troceado y cocinamos, sin dejar de remover, hasta que se haya derretido. Agregamos la nuez de mantequilla (es para darle brillo) y dejamos al fuego, removiendo constantemente, un par de minutos, hasta que se haya integrado totalmente.

Regamos nuestro bizcocho, que tiene que estar frío, y extendemos cubriendo el bizcocho. Dejamos que el chocolate se temple y lo llevamos un par de horas a la nevera.

Ya tenemos nuestro bizcocho listo para la merienda. Espero que os guste!!