Lava muy bien las manzanas y córtalas en trozos pequeños, incluye las semillas y la cáscara, que es la parte de la fruta con más pectina. Colócala en una olla mediana con el agua y el zumo de 1/2 limón. (La acidez del limón hace reacción con la pectina de la fruta y la mezcla se vuelve más gelatinosa). Mezcla todo y cocina a fuego medio bajo, aproximadamente por una hora y media. A mitad del tiempo de cocción revuelve para evitar que se llegara a pegar la fruta del fondo de la olla.

Pasado este tiempo cuela la manzana revolviendo para aprovechar al máximo la pectina resultante. Desecha el resto y vierte la mezcla caliente hasta arriba en un bote grande de vidrio previamente esterilizado, limpia los bordes con papel absorbente antes de tapar. Coloca el recipiente boca abajo para que haga el efecto vacío.

Si no quieres obtener la pectina de esta forma, añade a la fruta de tu mermelada una manzana verde con cáscara cortada en cuadritos; solo elimina el centro y las semillas (1/2k de fruta por 80g manzana). Cocina a fuego medio por 45min revolviendo de vez en vez, para que quede con suficiente consistencia. No es necesario colarla ni añadir azúcar.👌