Preparamos todos los ingredientes. Molde circular de 10cm. diámetro.

Mezclar el yogur griego con el queso de untar. En un bol ponemos la harina, en el centro ponemos el azúcar, el huevo, la levadura, el yogur griego, el queso crema, la ralladura del limón y una pizca de sal.

Amasar todo con las manos, sin sacar la masa del bol enseguida conseguiremos una masa homogénea y compacta, hacer una bola, se marcaren los dedos y no nos mancharemos.

Poner harina en la encimera, extender la masa con los dedos dándole forma redonda, después seguiremos con el rodillo, dejaremos un grosor de masa de 1 cm. más o menos. Hacer círculos con el molde, con la masa restante haremos otra bola y volveremos a extender hasta que se acabe toda la masa.

Poner una cucharadita generosa de Nutella en el centro de la oblea, doblar la masa formando una empanadilla, aplastar muy bien con los dedos todo el contorno

Una vez formada la empanadilla volveremos a poner el molde redondo y cortaremos un mínimo de todo el contorno, así se sellará perfectamente y quedará más bonito.

En una cacerola profunda ponemos abundante aceite de girasol, al lado tendremos preparado una bandeja con papel absorbente y otra bandeja con azúcar para rebozar las empanadillas.

Calentar el aceite, lo tendremos en un principio a fuego medio, luego lo bajaremos para que no se queden crudas por dentro. Poner un trocito de masa en el aceite para comprobar que está caliente, presionar ligeramente el contorno de las empanadillas, vamos a introducirlas en el aceite, bajar el fuego.

Veremos cómo aumentan de tamaño y tienen que estar doradas por ambas caras

Sacar del aceite, poner sobre papel absorbente y rebozar en azúcar (el olor que tenemos en la cocina es tremendo!)