En primer lugar, ponemos las doce cucharadas soperas de aceite de oliva en un tajine pequeño junto al diente de ajo laminado.

A continuación, colocamos los langostinos bien alineados y le añadimos, un poco de sal, la cucharadita de pulpa de choriceros, la guindilla laminada y espolvoreamos con la cucharadita de perejil fresco picado.

Seguidamente, ponemos el tajine en el fuego, bajamos el fuego al mínimo y dejamos que se caliente el tajine y luego el aceite. Como todos sabemos, los recipientes de barro atrapan mucho el calor y una vez que se caliente el tajine, luego comienza a calentarse el aceite y alcanza una temperatura muy elevada.

Cuando veamos que los langostinos comienzan a cambiar de color.

Cogemos una cuchara y removemos bien para que se mezclen todos los ingredientes y esperamos un poco hasta que comience a hervir el aceite.

Una vez que comience a hervir el aceite, removemos bien durante un minuto y pasado el minuto, retiramos el tajine del fuego y dejamos que se terminen de hacer solo con el calor del tajine, del aceite y listo..