Lavamos las frutillas y les cortamos el cabito. Cortamos en pedacitos y llevamos al vaso del mixer junto con la leche. Procesamos.

En una ollita colocamos la crema, el azúcar y la pizca de sal. Añadimos el licuado de frutillas y llevamos a fuego muy bajo hasta que rompa hervor. Este proceso se denomina infusionar. Dejamos a fuego bajo por unos minutos y apagamos el fuego para que descienda la temperatura.

En un bowl aparte colocamos las yemas y rompemos el ligue. Añadimos una cucharada de la crema de frutilla. Este proceso se llama atemperado, y es importante en la realización de la crema inglesa, porque de esta manera evitamos que al verter las yemas en la olla estas se coagulen inmediatamente. Mezclamos bien para que la temperatura de las yemas se vaya igualando con la de la crema. Añadimos otro poco más y volvemos a integrar.

Ahora pasamos la mezcla de las yemas a la olla junto con la preparación de la crema. Llevamos al fuego nuevamente, debe ser un fuego bien bajito, el objetivo es que no hierva, debe alcanzar los 85°C, temperatura de pasteurización de las yemas, para que sea seguro su consumo.

Si la temperatura se eleva por encima de los 85°C las yemas se cocinan y no es lo que queremos así que debemos medirla con un termómetro o en caso de no tener, verificar que no hierva en ningún momento y que cuando nape la cuchara, si pasamos el dedo por el centro de la misma no debe juntarse rápido.

Pasamos de la olla a un bowl (⚠️ si usas el mismo que usaste para mezclar las yemas crudas LAVALO antes de usarlo de nuevo) a baño María inverso para bajar la temperatura siempre mezclando. Cuando esté más frío lo vamos a llevar al freezer por 1 hora o hasta que haya congelado las paredes, mezclamos bien para evitar que se formen cristales y que el congelamiento sea uniforme y llevamos 1 hora más al freezer.

Volvemos a mezclar. En este momento podemos añadir alguna mermelada o salsa de frutilla que tengamos, ya sea casera l comercial y luego llevamos nuevamente a enfriar, esta vez por 3 horas aproximadamente, o hasta que tenga la consistencia deseada para consumir.