Cortar la cebolla en juliana muy finita.

Echar a la sartén con un poco de aceite, ya caliente, y agregar 4 o 5 cucharitas de azúcar y el vino tinto hasta que se cubra la cebolla.

Dejar reducir a fuego lento removiendo de vez en cuando.

Coger los filetes de lubina limpios y revisar bien que no tengan espinas ni escamas. En el caso de que sí, terminar de limpiarlos y darles un aclarón con agua.

Partir los filetes por donde iba la espina central de manera que nos quedará una parte más gordita que la otra.

Le echamos un ojo a la cebolla, que no se nos olvide.

Cogemos una de las partes del filete, lo entendemos de manera que quede la carne vista y colocamos una loncha de jamón de forma que no sobresalga por los laterales. (Yo a la parte gordita le pongo dos lonchas de jamón).

Ponemos el horno a calentar a 180°.

Enrollamos empezando por la cola y cuando esté, lo pinchamos con el palillo para que no se desmonte.

¿Cómo va la cebolla?

Colocamos en la bandeja del horno los rollitos, les echamos un chorrito pequeño de aceite, otro de zumo de limón y un poquito de romero por encima.

Introducimos la bandeja al horno precalentado a 180° y lo dejamos unos 15-20 minutos, iremos controlando el pescado.

Retirar la cebolla del fuego cuando quede sin caldo. Sacar los rollitos del horno cuando estén listos y emplatar colocando la cebolla encima de los rollitos (o al lado dando la opción de no comerla) y un puñadito de lechuga.

Y a disfrutar.. BUEN PROVECHO!