Pastel de manzana: Pelamos y descorazonamos las manzanas para cortarlas muy finitas con la mandolina y vamos colocándolas en un molde rectangular, forrado de papel vegetal. Espolvoreamos cada capa de manzanas con algo de azúcar (o también almíbar). Tapamos con la parte del papel que sobresale de los bordes del molde y horneamos a 180º C unos 30 minutos. Cuando se saca del horno colocamos un molde encima, con algo de peso, para prensarlo bien y poder cortarlo mejor. Dejamos enfriar.

3. Las horneamos a 180º C hasta que estén doradas y crujientes. 4. Si esta masa la aromatizamos con ralladura de limón, naranja o chocolate obtendremos galletas de diferentes sabores.

Crujiente de manzana: Cortamos la manzana (más bonita quedan las manzanas con piel roja), con la mandolina, dejándole la piel y el corazón y colocamos en papel vegetal. Espolvoreamos con un poco de azúcar para hornearlas a 150º C hasta que cojan algo de color como unos 10 o 12 minutos.

Crema pastelera: Diluimos la maicena con un poco de leche fría que separamos del ½ litro que utilizaremos. Se pone a calentar el resto de la leche con el azúcar y aromatizamos con vainilla, canela o limón… Batimos un poco los huevos enteros y añadimos la maicena.

Preparamos un baño maría para poner el recipiente de los huevos con maicena e ir añadiendo poco a poco la leche caliente. Con la varilla remover continuamente hasta que la crema espese. Dejamos enfriar y ponemos en manga pastelera.

Presentación: En el fondo del plato colocamos la galleta, encima una porción de del pastel de manzana, unos puntos de crema pastelera y el crujiente para decorar. Espolvoreamos con azúcar glas.