Comenzamos por descongelar las gambas, a poder ser introduciéndolas en el frigorífico unas horas antes.

Como realizar el cóctel de gambas es fácil y rápido, continuamos con lo más tedioso de la receta… limpiar las alcachofas.

Comenzamos por cortar el rabo de las alcachofas, pero dejándole un par de dedos, puesto que la parte del rabo más cercana al quesito, es casi tan rica como el quesito de las alcachofas.

En un bol grande colocamos agua, hasta la mitad y el zumo del limón.

Vamos quitando las hojas duras de las alcachofas, cortamos la parte superior de las hojas tiernas de la alcachofa y cortamos estas por la mitad, quitándoles los pelitos del quesito.

Cortamos cada mitad en dos lonchas y las introducimos en el agua con limón para que no se nos pongan negras (oxiden) las alcachofas.

Escurrimos, colocamos en una fuente, salpimentamos, rociamos con aceite y cubrimos con plástico de cocina.

Con mi microondas a máxima potencia necesite dos tandas de 10 minutos para que me quedarán tiernas (es un microondas de poca potencia), quedaron aceptables de sabor, pero para mi gusto quedan mejor fritas en aceite (sé que es menos sano, pero a mi paladar le gustan los fritos).

Mientras se nos cocinan las alcachofas, preparamos la salsa, mezclando mayonesa con kétchup para realizar una salsa rosa (también se vende preparada en supermercados).

Pelamos las gambas y las mezclamos con la salsa rosa.

Colocamos unas hojas de lechuga picadas en el centro de cada plato donde serviremos.

Cubrimos la lechuga con las gambas mezcladas con la salsa.

Repartimos las alcachofas entre ambos platos.

Servimos con las alcachofas aún calientes.