Este año decidí innovar con los picoteos, salir de los clásicos palitos de verduras untadas en salsas y cosas dulces que hago todos los años. Busqué recetas sanas, rápidas y económicas para sorprender a mi familia, estos pastelitos de verduras fueron la sensación, tuve el temor de que no se entusiasmaran tanto con ellos, por eso los hice en moldes entretenidos, pero para mi grata sorpresa, fueron muy bien recibidos y se acabaron en un ¡¡¡dos por tres!!!.... Son tan fáciles y rápidos de hacer que ahorran mucho tiempo en la cocina y en el costo de los ingredientes también. Se sirven de preferencia tibios, pero pueden hacerlos el día anterior y los calientan un poco al momento de servir. Haaaaa.... antes que lo olvide, las verduras usadas son solo una sugerencia ya que pueden usar las que tengan a mano...

Los pastelitos están elaborados en moldes de magdalenas, están rellenos de vegetales como zanahoria, calabacín, cebolleta, perejil y calabaza cocinados con aceite de oliva en una sartén y a los que añadí un poquito de crema de leche.

Compré un paquete de pasta filo y lo de siempre, para que lo uso, como lo uso.... Cuando no utilizamos un producto de forma asidua nos cuesta más darle brío. Recordé unos pastelitos que comía en un wok allá en el pasado y que me encantaban y se me ocurrió hacer una fusión. Pasta filo, lo que tengamos en la nevera y horno, que tampoco está la cosa para ir regalando grasa 🤪. También intenté hacer un "salseo" similar al que nos servían y oye, ni tan malo. Eso sí, no esperéis un relleno suave, el sabor será potente y sabroso.

Pastelitos de fruta, crujientes y muy fáciles de hacer.

Comer la coliflor y que no huela tu cocina; con esta receta lo conseguiremos... y además es súper fácil.

Un pastelito muy sencillo con base de hojaldre, bechamel, queso parmesano y espárragos.