Primero pon los tomates en una cazuela con agua para escaldarlos. Así, será más fácil pelarlos. Haz una cruz con un cuchillo a cada tomate, y antes de que rompa a hervir, ya verás que se ha abierto la piel. En ese punto los sacas, y los reservas para pelarlos y trocearlos. Soltaran bastante agua, no la tires!!! Todo vale!!!

Cuando veas que esta pochadita toda la verdura, añade un chorrito de vino blanco, y deja reducir. No demasiado vino, o si, dependiendo de si quieres una salsa más o menos ligera.

Añade el pimentón de la vera, que le va a dar un gusto y un color... ñam! A mi no me gusta echar antes el pimentón, por miedo a que se queme... porque es bastante delicado.

Cuando tengas todo listo... añade el tomate y todo su jugo y rectifica de sal. Tendrás que añadir un poco más de sal, otro poco más de pimienta negra recién molida, y las 2 cucharaditas de azúcar, para quitar la acidez del tomate.

Integra todo bien y baja el fuego. Tapa y deja que se cocine poco a poco al "chup chup" durante al menos... 1 hora. Para mi, es importantísimo taparlo, así se mantienen todos los sabores y se intensifican.