Lo he llamado salsa vizcaína suave porque tradicionalmente la salsa vizcaína no lleva tomate, se hace únicamente con la carne del pimiento choricero, pero si que es cierto que puede resultar muy fuerte, así si sustituimos parte de la carne del pimiento choricero por tomate podemos tener una salsa más suave. Tradicionalmente la salsa vizcaína también utiliza hueso jamón, que contribuye a darle un toque un poco más intenso, he prescindido de él en este caso.

Los pasos para la salsa vizcaína son los mismos añadiendo los tomates bien lavados y partidos en cuatro junto con la cebolla y el puerro, tengo otras recetas en las que explico el paso a paso de como hacer la salsa con fotos, así voy a abreviar. Cortamos en juliana el puerro y la cebolla y picamos el ajo, cortamos el tomate, ponemos en una olla con aceite, rehogamos con un poco de vino blanco y dejamos pochar.

Cortamos el solomillo en dados, enharinamos bien. En una sartén con aceite sellamos y doramos por todos lados los dados.

En una olla grande ponemos los dados de solomillo y la salsa vizcaína suave, yo no he utilizado toda, añadí cuatro cazos, pero eso ya a gusto de cada uno. Dejamos unos 5 minutos más para que el solomillo coja el sabor de la salsa, es el momento de poner un poco de cayena si queremos darle un toque picante. Podemos servir con un topping de cebolla frita, a gusto de cada uno. ¡Buen provecho!!!