Si no tenéis vasos de yogur vacíos, lo primero que tenéis que hacer es echar el yogur en un cuenco y limpiar el vaso. En un bol amplio echamos las dos medidas de yogur de azúcar y los huevos y batimos con ayuda de unas varillas eléctricas hasta integrar todo bien. Agregamos el aceite en hilillo mientras batimos.

Incorporamos el yogur y mezclamos bien, agregamos la harina y la levadura tamizadas y mezclamos bien primero con una espátula y luego con las varillas.

Vertemos la masa en el molde engrasado, lo llevamos al horno y dejamos que se haga durante 35-40 minutos o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.

Una vez que nuestro bizcocho lo sacamos del horno y dejamos templar antes de desmoldar 30 minutos.

Desmoldamos, colocamos sobre una rejilla y dejamos enfriar mínimo 4 horas o de un día para otro.

Cuando nuestro bizcocho esté, lo cortamos por la mitad y colocamos una buena cantidad de mermelada (sin llegar a los bordes) en ambas partes. Cerramos el bizcocho y aplanamos un poquito con las manos para que encajen buen las dos partes.

Ahora vamos con la cobertura, para ello ponemos la nata en un cazo y cuando esté caliente agregamos el chocolate troceado y vamos removiendo con ayuda de unas varillas hasta que se derrita. Añadimos la mantequilla y dejamos a fuego medio-lento hasta que se deshaga sin dejar de remover.

Colocamos un plato o una bandeja debajo del bizcocho que tenemos en la rejilla y regamos con el chocolate. Dejamos que el chocolate enfríe y se endurezca, yo lo tuve 1 hora a temperatura ambiente y otra en la nevera.

Ya tenemos nuestro pastel listo, si lo hacéis ya me contaréis. Yo lo decoré con unas virutas de azúcar de colores. Espero que os guste!!