En primer lugar, pelamos las patatas y las cortamos en cuatro trozos cada una. Seguidamente, cogemos una mandolina y laminamos lo más fina cada trozo con mucho cuidado de no cortarnos los dedos. Una vez que las tengamos laminadas en el bol, le añadimos sal fina Marina y mezclamos bien con las manos.

Seguidamente, le añadimos los champiñones laminados y los dos dientes de ajo enteros con las pieles. Mezclamos bien de nuevo y dejamos salar unos cuatro minutos.

Mientras tanto, ponemos una sartén en el fuego, le añadimos aceite de girasol y cuando esté caliente, añadimos la mitad de las patatas con los champiñones y los dos ajos.

Seguidamente, removemos y freímos durante unos dos minutos o hasta que veamos que están traslúcidas y tiernas.

Pasados los dos minutos, cogemos una espumadera, retiramos las primeras que hemos frito y dejamos escurrir en un colador para que suelten el exceso de aceite.

A continuación, ponemos el resto de las patatas con los champiñones.

Seguidamente, removemos y freímos durante otros dos minutos más o menos. Este tiempo depende del grosor de las láminas de patatas.

Mientras tanto, Pasamos las patatas que teníamos escurriendo a un bol y dejamos el escurridos vacío para poner las siguientes.

Pasados los dos minutos, retiramos las últimas patatas y dejamos escurrir en el colador hasta que suelten todo el sobrante del aceite de la fritura.

Una vez escurridas de aceite, se las añadimos a las otras al bol.

A continuación, le añadimos la cucharadita de perejil deshidratado, la cucharadita de cebolla deshidratada, la puntilla de cúrcuma y una pizca muy pequeña de sal fina Marina.

Seguidamente, cascamos los huevos en un bol y batimos bien con un tenedor o varilla sin añadir nada de sal.

A continuación, le añadimos los huevos batidos a la mezcla de patatas.

Seguidamente, mezclamos bien con un tenedor y reservamos.

Por último, ponemos la sartén en el fuego, le añadimos las tres cucharadas soperas de aceite de oliva y cuando esté caliente, añadimos la mezcla y con una espumadera, le damos forma y metemos los bordes hacia dentro. La dejamos cuajar unos tres minutos a fuego muy bajo y cuando vemos que esta, ponemos un plato y le damos la vuelta. La dejamos otros dos o dos minutos y medio y listo.