Comenzamos llorando como Magdalenas picando la cebolla, el morrón y el ajo. La que tiene procesadora se salva del llanto jajaja. Colocamos en la olla con un chorro de aceite y llevamos a fuego lento.

Una vez que la cebolla esté transparente añadimos la lata de tomate y el puré de tomate. Condimentamos a gusto. Yo puse orégano, tomillo, ají molido, sal y pimienta, pero son libres de agregar todo lo que quieran.

Mientras el vapor de la cocina se va impregnando de estos sabores, rallamos la zanahoria y el zapallito. Este paso es opcional, pueden obviarlo. Me lo enseñó mi suegra para que el tuco quede más sustancioso y me gustó, pero puede que a no todos les guste. Mi papá diría que es un guiso y no un tuco, poque no le gustan las verduras!!! Viejo mañoso!!! Jajaja