Lo primero será hacer el relleno porque tiene que enfriar. Cortamos la cebolla en juliana –medias lunas- y la rehogamos con un poco de aceite, los ajos, sal y las especias, cuando la cebolla esté dorada echamos la nata, se cocina durante 1 minuto sin parar de mover hasta que se integre y espese, se aparta del fuego para echarlo a un plato y dejar que se enfríe.

Cuando tengamos frío el relleno, extendemos la masa y en un extremo, cortamos 6 tiras de 1 dedo de grosor y cortamos en 2 partes la masa que queda, colocamos las tiras grandes y las tiras pequeñas haciendo un marco en cada uno de los rectángulos grandes que hemos cortado. Pinchamos en la base para que no suba al hornear.

Ponemos relleno en cada una de las bases, encima queso rallado, las anchoas y las aceitunas, terminamos pincelando con huevo batido los bordes para que se doren al hornear. Lo reservamos en frigorífico hasta que se caliente el horno, ya sabes, no lo hemos encendido antes porque es verano y el calor no acompaña bien al hojaldre.

¡¡Riquíiiiiisimo!!