Cuando la berenjena esté blandita, las sacamos del horno y quitamos la carne con ayuda de una cuchara. La idea es que no lleguemos hasta la piel para que no se desmoronen después. Picamos la carne de la berenjena y reservamos.

Cuando el relleno esté listo procedemos a rellenar las berenjenas con él previamente colocadas en una fuente apta para horno. Coronamos con un poco de queso de nuestra elección. En mi caso añadí un poco de queso crema y espolvoreé un poco de Grana Padano.

Calentamos nuestras berenjenas en el horno a 180° en función turbo o arriba y abajo durante 25-30 minutos (dependiendo de nuestro horno) y si queremos gratinar, 5 minutos adicionales con calor solo para arriba. ¡Y ya están listas para disfrutar! 😉