Hacemos una crema inglesa, ponemos en una olla (fuera del fuego) las yemas, la leche, el azúcar, la glucosa, la vaina de vainilla abierta al largo y con las semillas extraídas y añadidas a la olla, mezclamos bien con una varilla y cuando todo esté perfectamente incorporado ponemos al fuego la olla a temperatura media baja y sin dejar de remover con una cuchara de madera.

Esperamos a que la crema alcance los 80 grados o que este ligeramente espesa y que cuando tracemos en el dorso de la cuchara una línea con la yema del dedo y la crema no se junte, retiramos del fuego y vertemos la crema en otro recipiente pasándola por un colador, esperamos a que se enfrié a temperatura ambiente.

Batimos la nata hasta semimontarla y la incorporamos a la crema ya fría y con movimientos envolventes, cubrimos el bol con papel film y lo llevamos al congelador unas 3 horas, a cada hora retiramos del congelador y removemos para que se vaya cremando, volvemos a cubrir el recipiente y volvemos a repetir la operación 2 o 3 veces más.

Cuando ya esté bastante helado sin que llegue a estar congelado del todo podemos batir con turmix o vaso americano para que quede aún más cremoso, troceamos las galletas las incorporamos al helado, volvemos a dejar el helado en la nevera hasta que lo vayamos a utilizar o al menos 4 horas más, servimos acompañado de barquillos o sirope de chocolate y a disfrutar. !!Probadlo os va a encantar!!