Vamos a preparar el polvo de aceitunas que quizás sea lo más complicado de esta receta y en realidad no es difícil solo que hay que esperar un rato largo, comenzaremos secando las aceitunas negras sin hueso con papel absorbente, las extenderemos en una bandeja y esperaremos a que se sequen lo máximo posible, después las colocamos en una bandeja de horno con papel sulfurado para que no se nos peguen, y las horneamos a 100-110 º grados calor arriba y abajo durante 3 horas.

Ahora con ayuda de un robot de cocina vamos a triturar las aceitunas deshidratadas lo máximo que podamos, cuanto más trituradas nos queden mucho mejor nos saldrán las galletas a si que es un punto clave, cuando el polvo de aceitunas este listo vamos a hacer la masa de las galletas, en un bol añadiremos el polvo de aceitunas, la mantequilla y el huevo, batimos con unas varillas hasta que este todo integrado, después vamos a ir añadiendo poco a poco la harina tamizándola.

Vamos a ir amansando hasta obtener una bola de color negro y que no se nos pegue a los dedos, la tapamos y la dejamos en la nevera 30 minutos de reposo.

Ahora estiramos la masa con ayuda de un rodillo y con un poco de harina en la mesa para que no se nos pegue, más o menos tenemos que dejarla de un grosor parecido al de las galletas oreo originales, con un corta pastas de más o menos el mismo tamaño que las galletas oreo iremos troquelando la masa, los pedazos sobrantes no los tires vuelve a amasarlos y estirarlos para formar más galletas.

Colocaremos las galletas en una bandeja de horno con papel, y las hornearemos a 170 º grados calor arriba y abajo unos 12-15 minutos aproximadamente, después las dejamos enfriar y ya podemos montarlas, añadiendo el queso crema en forma de relleno, servirlas con un envoltorio de galletas oreo originales las harán mucho más realistas, a disfrutarlas!!