En primer lugar, pelamos y cortamos en juliana la cebolla y el pimiento verde.
Cogemos una olla pequeña, la ponemos en el fuego y le añadimos las ocho cucharadas soperas de aceite, los cinco dientes de ajos macerados y aromatizamos el aceite durante treinta segundos sin dejar de remover

Pasados los treinta segundos, le añadimos la cebolla y el pimiento cortados en juliana.

Removemos y dejamos sofreír unos cuatro minutos removiendo de vez en cuando

Mientras tanto, pelamos las patatas, enjuagamos y las cortamos chascadas. Chascadas quiere decir, que metemos la puntilla y arrancamos y no cortarlas de la forma tradicional. De esta forma, conservan el almidón y nos sale más cremosa la salsa y las patatas mantecosas

Pasados los cuatro minutos, le añadimos las patatas.

A continuación, removemos y las rehogamos durante un minuto sin dejar de remover

Pasado el minuto, le añadimos la Sal, el pimentón dulce, el cominos molido y la pimienta negra molida

Removemos de nuevo y rehogamos todo junto durante un minuto sin dejar de remover

A continuación, cubrimos con agua un par de dedos por encima de las patatas y removemos de nuevo.

A continuación, tapamos y dejamos cocinar durante veinte minutos a fuego lento

Pásados los veinte minutos, destapamos y le añadimos las hojas de salvia.

Tapamos de nuevo y dejamos cocinar durante cinco minutos y listo.

Este es el resultado final. Las hojas de salvia se pueden comer y están deliciosas