Ponemos a precalentar el horno a 180 grados calor arriba y abajo. Con la ayuda de una batidora eléctrica batiremos las yemas con el azúcar y el extracto de vainilla durante 5 minutos hasta que estén bien espumosos, añadimos la mantequilla fundida y fría, mezclamos bien, añadimos la harina, la almendra y seguimos mezclando hasta que esté bien incorporado, añadimos la leche poco a poco y sin dejar de mezclar hasta que estén todos los ingredientes bien incorporados. Batiremos las claras a punto de nieve firme y las incorporamos con movimientos envolventes a la mezcla anterior, tendremos un molde preparado con papel de hornear en el fondo y todo el bien untado con mantequilla y después enharinado,

Vertemos la mezcla en el molde. Con el horno ya precalentado horneamos a 180 grados de 45 a 55 minutos o hasta que comprobemos que está bien cocido. Después de sacarlo del horno lo dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego lo pondremos en la nevera al menos 3 horas, cubrimos con azúcar glas antes de servir y listo para disfrutar. Probadlo os va a encantar.