Pelamos los langostinos y le quitamos la tripa (el hilillo negro). Los cortamos a trozos y trituramos hasta que se quede más o menos una pasta.

Picamos todas las verduras muy pequeñitas y las metemos con los langostinos (o la carne o proteína vegetal que hayas elegido). Añadimos la salsa de soja, vino blanco (o vinagre blanco), aceite de sésamo y una cucharada de maicena. Si las gyozas son de carne no es necesario echar esa cucharada, se quedan bastante bien. Mezclamos, cubrimos y vamos con la masa.

La aplanamos un poco y estiramos otro poco. La cortamos a lo largo en dos, y partimos cada rulito de masa en 9-10 trozos, si sobra, la masa se puede guardar en la nevera siempre y cuando esté cubierta con film transparente. Cogemos una de las porciones, aplastamos un poquito y lo dejamos como una galleta gordita.

Aquí no hice foto, pero se trata de poner una cucharada de carne en medio de cada oblea, cerramos las obleas de forma que la parte de arriba quede unida con la otra parte. Entonces vamos haciendo dobleces sobre sí misma pero siempre hacia arriba, uniendo esto con lo de atrás. Terminamos y ya las tenemos.

Calentamos la sartén a fuego medio (y controladito!) con una base de aceite de sésamo o vegetal, y cuando esté ponemos las gyozas con la parte de los pliegues hacia arriba y la base abajo durante unos 5 minutos. Nos interesa que esta base quede crujiente pero el resto no, por lo que no se dan vueltas.
Por otro lado preparamos un recipiente con agua (2 vasos) y una cicharada de maizena, y echamos esta mezcla a las gyozas. Tapamos la sartén y dejamos cocinar 10 minutos cubiertas con la tapa.

Mientras se terminan hacemos la salsa de las gyozas mezclando todos los ingredientes para la salsa. Sacamos las gyozas y servimos con la salsa. Listo calisto! A comer 😄