Empezamos con la guarnición que tarda más. Pela y corta las patatas en rodajas de un centímetro y disponlas en una fuente de horno aceitada. Mojalas con caldo o agua con pastilla, espolvorea tomillo y pon una cabeza de ajos. Mételas en el horno a fuego medio hasta que estén blandas Si no quieres que se tuesten ponles un papel de aluminio por encima 😜

Salpimenta el conejo y sella en una olla baja. Retira y en el mismo aceite echa la cebolla y el ajo picados y las alcachofas peladas en cuartos. Tomillo a discreción.

Si el sofrito se seca hidrata con vino blanco y si no pon un poco igualmente.

Cuando el vino reduzca. Sofríe el hígado (si no lo tiene no pasa nada) saca el hígado y ponlo en un mortero.

Vuelve a colocar las tajadas de conejo y añade caldo para que se terminen de cocinar. Sin cubrir, es mejor ir echando a pocos que pasarse.

Saca la cabeza de ajos del horno que ya se habrá asado. Saca lo dientes pelados, al mortero con ellos con un poco de tomillo, sal, caldo y el hígado que ya estaba. Haz una mezcla parecida a un paté acuoso. Añade la mezcla a la cazuela y deja cocinar hasta que se forma una salsa.

Saca la fuente de las patatas cuando estén listas. Es conveniente echar un ojo para que no se queden secas nunca, pero tampoco encharcadas. Coloca los trozos de conejo y vierte la salsa por encima, mantén en el horno apagado hasta servir y listo 😍