En el centro de nuestra harina, agregaremos el azúcar, la levadura, un chorrito de leche, los dos huevos y empezaremos a integrar poco a poco.

Agregamos la leche restante y la cucharada de vainilla y seguimos amasando muy bien.

Cuando nuestra masa esté ya homogénea, agregamos de poco en poco nuestra mantequilla (Ojo, no es la del empastado, son nuestros 23 gramos), y seguimos integrando todo.

Cuando nuestra masa esté suave y elástica, la ponemos en un bowl previamente engrasado para evitar que se pegue, la cubrimos con un trapo y la llevamos a refrigerar aproximadamente 20 minutos.

La sacamos del refrigerador, le hacemos un corte en el medio en forma de cruz, y extendemos con el rodillo cada uno de los 4 extremos.

En el centro ponemos nuestra mantequilla para empastar, hecha rectángulo y la cubrimos para que no se vea.

Con ayuda de un rodillo comenzamos a estirar nuestra masa, y agarramos el extremo superior y la llevamos a la mitad, hacemos lo mismo con la parte de abajo (el procedimiento es igual al de la masa hojaldre).

Cuando tengamos lista nuestra masa, la cortamos por la mitad.

Agarramos una mitad y la empezamos a extender en forma de rectángulo, con ayuda de un cuchillo cortamos los bordes para que la forma salga mejor, y comenzamos a cortar pequeños triángulos como se muestra en la imagen.

Tomamos un triángulo, hacemos un corte en la base y comenzamos a enrollar para formar nuestro croissant, podemos rellenarlo de chocolate si así lo deseamos.

Ponemos nuestros toppings favoritos en el centro y doblamos nuestro rectángulo dos veces.

¡Ahora, solo nos queda disfrutar de estos deliciosos pancitos! 🥐💗