Lavamos la espinaca y la cocinamos en abundante agua con sal hasta que esté tierna. La escurrimos una vez pasado el calor intenso sobre un colador de malla fina presionando para que libere todo el exceso de líquido. La picamos finamente y la colocamos en un bowl. Reservamos.

Cortamos la cebolla y el morrón en cubitos y cocinamos hasta transparentar en una sartén de preferencia antiadherente con un hilo de aceite un poco de sal y pimienta y una pizca de azúcar para regular la acidez. Yo tenía morrón ya cocido así que lo sumé a la sartén una vez que la cebolla ya estaba lista y salté por un minuto o dos más. Agregamos esta mezcla al bowl de la espinaca. Añadimos también el huevo duro picado.

Sumamos la mozzarella rallada el huevo crudo y la maicena. Integramos y tomamos porciones de aproximadamente 50 gramos y vamos colocando en una asadera con papel manteca.

Retiramos del horno y ya están listos para servir!